La artritis es una patología que genera inflamación y dolor en las articulaciones, lo que dificulta el movimiento y disminuye la calidad de vida. La tendencia de la mayoría de las personas que lo padece es quedarse quieto, creyendo que esto minimiza los síntomas. Sin embargo, el movimiento adecuado puede marcar una gran diferencia en el manejo de esta enfermedad.
La idea es encontrar el movimiento sin dolor que ayude a mejorar la flexibilidad, la fuerza muscular y la circulación. Al mejorar la flexibilidad, las articulaciones se liberan de la postura estática que las tiene sometidas y mejoran su rango de movimiento. A su vez los tendones se deslizan con mayor facilidad y los ligamentos que se encontraban contraídos se relajan y los que estaban relajados se contraen. Este movimiento (de ligamentos, músculos y huesos) oxigena la articulación, la libera de la postura rígida y le permite adoptar otra forma hasta llegar a los rangos normales de movimiento.
También se debe desarrollar fuerza muscular ya que son los músculos los que proporcionan soporte y estabilidad articular. Al realizar el movimiento sin dolor, usando las cadenas musculares apropiadas, las fuerzas se distribuyen en varios grupos musculares lo que hace que el movimiento sea eficiente. Esto no sucede cuando ejecutas el movimiento usando siempre el mismo grupo muscular y no como cadena, lo que genera mas sobrecarga y por ende más dolor.
Al ganar flexibilidad y fuerza muscular ya estas listo/a para desarrollar ejercicio cardiovascular. Ojalá elijas un ejercicio que te guste para que te inspire a hacerlo todos los días. Asi disfrutaras de todos los beneficios que se obtienen al realizar ejercicio, tales como:
- Aumento de liberación de endorfinas lo que mejora tu estado de ánimo.
- Mejora la circulación llevando mas nutrientes a las células y sacando los desechos que estas producen.
- Contribuye al control del peso corporal asi evitas cargar de más a las articulaciones.
Aunque parece contradictorio, el movimiento adecuado puede aliviar el dolor asociado con la artritis, mientras que el quedarse quieto debilita los músculos, empeora la calidad de los tejidos que rodean la articulación generando más dolor.
Es importante destacar que el tipo y la intensidad del ejercicio deben adaptarse a las necesidades individuales. Por eso en mi campo como fisioterapeuta, diseño un programa de ejercicios adecuado para cada persona, teniendo en cuenta sus limitaciones y objetivos específicos.
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